12 de junio de 2015

Pensar en positivo

Pensar en positivo no significa sonreír todo el tiempo como un bobo, al mejor estilo Maru Botana o Mariana Fabbiani. Por el contrario, implica asumir con seriedad aquellas cuestiones que nos perturban, sopesar los hechos, y encontrar una solución que resulte lo menor pejudicial o dañina posible. Porque a veces, como dije antes, en la vida hay que tomar decisiones que duelen, y que traen aparejados cambios irreversibles. Pero hasta que no estamos frente a esa instancia crucial, no la tenemos en cuenta, simplemente porque nunca nos sucedió. 

Pensar en positivo es, también, pensar que mañana puede ser un día mejor. Esto puede parecer como "vivir a futuro", pero si el hoy no nos depara satisfacciones, ello no quiere decir que mañana no tengamos revancha. Porque además, la vida tiene "rachas". Hay momentos en que todo te sale bien, y estás en una racha ganadora, te sentís un campeón. Y tenés los momentos de zozobra, cuando están "en la mala", solo, y ahí te das cuenta de quiénes son tus verdaderos amigos. No sé realmente a qué atribuir esto, pero las rachas evidentemente existen. Cuando vos estás bien, todo lo que hagas va a salir mejor. Y cuando te sientas mal, tu desempeño profesional o laboral se va a resentir. Es cuestión de sentido común, pero nunca está de más recordarlo. Punto final.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...